Otra vez recibimos a los planeadores en el CASE. En esta ocasión además de los anfitriones, estuvieron competidores de Córdoba, Santa Fe y Salta. Y si bien no fue un grupo numeroso, si lo fue de grandes amigos, en donde la camaradería primó sobre la competencia.
La mañana no arrancó del mejor modo, ya que una lluvia intensa arreciaba en toda la ciudad. Sin embargo, a las 10,00 hs., ya estaban los pilotos con los vuelos de prueba y a las 11,00 hs., con precisión suiza arrancamos.
El campo se presentó en buen estado, considerando las características del mismo. El sol, las nubes y un viento suave, jugaron durante toda la jornada, brindándole a los pilotos excelentes y variadas condiciones de vuelo.
Las rondas se sucedieron una tras otra, como si los pilotos estuvieran desesperados por ir a comer (y algo de verdad hay). Creo que lo importante es, que se logra darle continuidad a la actividad, y que los competidores están cada vez mas afilados. Cortar bajo, elegir el lugar apropiado (y no equivocarse) para llegar a los 10 minutos, mas ser preciso al momento de aterrizar, está dando que en los pilotos de punta las diferencias sean cada vez menores.
Insistimos además, con la propuesta de la F3, que en la medida que sumamos experiencia, encontramos que deben seguir haciéndose ajustes y a la vez la vemos como válida.
Corresponde un agradecimiento especial a la gente del CASE, que estuvieron presentes durante la competencia, con los cómputos y cronometrajes. Y por otra parte, los chefs que se pasaron con los asados.
A todos, muchas gracias!!!