Desde hace tres años, venimos realizando diferentes talleres de aeromodelismo en Sgo. del Estero. El objetivo de los mismos, es sembrar la semilla que permita a futuro tener aeromodelistas, “nacidos” a través de un proyecto de difusión y formación, y no por generación espontánea.
La tarea no es fácil, pero tampoco imposible. En todo caso es un desafío al que hay que animarse, y que a la postre dará sus frutos.
Inconvenientes que se presentan:
• Encontrar aeromodelistas que quieran “resignar” horas de vuelo, de trabajo o descanso, para dedicarlas sistemáticamente a la enseñanza de la disciplina (y además ad-honorem).
• Poseer un lugar apropiado, con mesas, sillas, más las herramientas necesarias para trabajar correctamente. Que sea fácil de llegar y con un horario apropiado, considerando que si se trabaja con niños, seguramente los llevará algún adulto (las obligaciones escolares y laborales, de unos y otros, suman un poco más de complicaciones a la cuestión).
• La tecnología actual (computadoras, celulares, consolas de juego, internet, redes sociales), absorbe (por no decir: abduce) a todos, y simplifica a los mayores, como ocupar los tiempos libres de los niños.
• Los clubes, no se involucran o “desmerecen” la actividad de los avioncitos, y los chicos molestan.
• Los clubes de aeromodelismo, están alejados de zonas urbanas.
• Si hay que gastar plata en esto, siempre hay otras prioridades.
• Poseer el material, para la realización de los talleres (herramientas y kits de aeromodelismo).
Como romper con la inercia y dar un vuelco de 180°, es el gran desafío. Que conste, que lo que sucede con el aeromodelismo, no es una situación exclusiva de nuestro país; se da en todo el mundo. Y como sea, no justifica la inacción.
Parecería que la introducción fue una suma de pesimismo, pero no, es la realidad. Vamos ahora, a como nosotros lo estamos enfrentando y tratando de resolver.
• Consideramos que solucionamos el punto de las personas que se ocuparán de los talleres.
• Buscamos lugares alternativos al club de aeromodelismo: bibliotecas, salones de actividades diversas (pintura, música, etc.), escuelas.
• Encontramos cobijo en la Secretaría de Deportes y Recreación, como así también en la Secretaría de Ciencia y Técnica.
o Ambos lugares, con salones, mesas, sillas, pizarrones, proyectores, etc. (como quien dice, lugares soñados).
o Con gente joven predispuesta a acompañar la propuesta, además de los directivos que apoyaron la idea.
• Kits a utilizar:
o Fueron provistos por la FAA (cabe destacar que la Federación acompaña desde un principio la tarea que estamos realizando).
o En otros casos, adquiridos por los alumnos.
o O adquiridos, por la institución auspiciante del taller.
Para el caso, de lo que se realiza en instituciones gubernamentales, las formalidades para obtener el dinero (proveedor del estado, sellos fiscales, etc.), demoraron el trámite, pero se llegó a buen puerto.
• Herramientas: inicialmente utilizamos las nuestras, y en el último taller, el Nodo Tecnológico puso a disposición, placas de telgopor, adhesivos vinílicos, alfileres, trinchetas, etc.
• Difusión de los talleres: llegada a programas de radio y tv locales, diarios, redes sociales, además de los muros de las instituciones donde los desarrollamos.
o Está claro, que la “visibilización” de la actividad se ve potenciada, a partir de que se realiza en lugares a los que acceden muchísimas personas.
• Es muy importante, que la propuesta sea para chicos y grandes (en más de un caso, terminó enganchándose el padre antes que el niño).
• Solo resta el llamado a inscripción, aceptación de la propuesta y a trabajar.
Pues, luego de haber solucionado los inconvenientes y dictado los talleres, resta el siguiente análisis:
• Debe existir un compromiso del “profe” (entiéndase aeromodelistas a cargo del curso), para trabajar con continuidad, de principio a fin del taller.
o Recordemos que somos aeromodelistas, y en la mayoría de los casos, sin preparación pedagógica. Pura pasión.
• El taller debe incluir conceptos teóricos básicos, de aeronáutica y aeromodelismo. Manejo apropiado de las herramientas (no suponer, que sabe manejar una trincheta, o lijar).
• Convencer al participante, de que tiene en sus manos un futuro “avión” y no un rompecabezas.
• Cuando finaliza el curso, el aeromodelo debe volar. Y si no lo logra, por la razón que fuera, acompañar al flamante constructor y futuro aeromodelista, a que lo siga intentando. Corrigiendo, reparando, rehaciendo a nuevo …
• Planificar otros talleres, de iniciación para los que vienen, y más avanzados para los que siguen.
o Por ej., ahora iniciamos la construcción de un minitérmico adquirido por uno de los alumnos, y vaya a saber uno hasta donde llegaremos.
Finalmente, podría abundar en detalles y anécdotas, pero quiero destacar lo siguiente: en las horas que trabajamos en el taller, para sorpresa de muchos, los teléfonos mágicamente desaparecieron. La concentración y atención que ponen los participantes fue “mágica”.
Y los rostros de satisfacción, de los constructores y de nosotros, en el paso a paso, concluyendo con el modelo en el aire, es increíble.
Que nadie te quite el sueño de volar!!!
2 comentarios:
impecable!! Felicitaciones equipo!! De eso se trata. Fuerte abrazo.
Felicitaciones gente!!!
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